Al observar la gráfica vemos como con los primeros pasos esa presión empieza a disminuir de manera rápida y eficaz, logrando así, facilitar el retorno venoso en cuestión de segundos.
A parte al caminar también ponemos en marcha las llamadas "Bombas musculares", los músculos al contraerse y relajarse oprimen las venas y favorecen el retorno venoso.
También disponemos de otro mecanismo, el efecto succión del diafragma, en la inspiración el diafragma de aplana y en la espiración adopta forma de paraguas, estos dos movimientos realizan un efecto succión y ayuda al retorno venoso.
En resumen, la actividad física nos proporciona muchos beneficios y uno de ellos es mejorar la circulación sanguínea, como hemos visto no hace falta salir a correr, simplemente caminando ya estamos ayudando a nuestro sistema circulatorio.
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